Lucas, el niño que vio astronautas

Una Historia deAnónimo

Lucas, el niño que vio astronautas

Cuando recuerdo cómo comenzó todo, se me siguen poniendo los pelos de punta. Incertidumbre, preocupación, indecisión por no saber cómo y de qué manera actuar… En aquellos primeros días del mes de marzo del 2020, todo empezaba a cambiar demasiado rápido y las habitaciones de pediatría, en la quinta planta del hospital, se llenaban de EPIS, mascarillas, protección y mucho protocolo.

En la 511 estaba Lucas. Llegó con su madre débil y con una bronquitis a causa del Covid-19 que no le dejaba estar tranquilo durante el día. Su madre, la cual se quedó junto a él hasta que todo terminó también vivía detrás de un EPI, como todos nosotros. Me tocaba hacer ronda por las habitaciones cada mañana y, cuando llegaba a la suya, me cambiaba la cara. Aunque él no estaba bien lo intentaba, era duro ver a su madre llorar sin poder secarse las lágrimas con tantas capas de protección. Lucas reía, pintaba, de vez en cuando cantaba y se le escuchaba desde el pasillo… Siempre nos llamaba astronautas, nos contaba que cuando él fuese mayor llegaría hasta la luna y contaría todas las estrellas del cielo para pintarlas. Soñaba con conquistar el universo y, más de una vez, le vestíamos como nosotros para que se sintiera un gran astronauta.

A los pocos días este escenario empezó a cambiar. La bronquitis de Lucas, a consecuencia del coronavirus, no mejoraba. Cada vez tosía más y la fiebre era más alta. La habitación se llenó de trajes azules, blancos y máquinas mientras sus niveles empezaban a descompensarse. Estuvo varios días muy enfermo, yo no sabía cómo terminaría esta historia. Pero empezó a mejorar tras quince días. Unas semanas después del alta de Lucas, volvió a una revisión. Lo cierto es que le echábamos de menos, habíamos dejado de caminar sobre cráteres en su habitación desde que él se fue. Me contó que, por unos instantes, él sí llegó a ser astronauta. Llegó a la luna, contó las estrellas y bailó mucho al lado de todos los planetas. Me contó que saltó por los anillos de Saturno y que no sentía dolor en el pecho, pero que, de repente, nos escuchó llamarle en la habitación 511 y que, en ese momento, decidió meterse de nuevo en la nave y regresar junto a su madre. En esos días Lucas sí vio astronautas.

Un comentario

  1. Gracias Lucas por confirmar lo que yo vi también. Cuando me bajaron la sedación en la UVI, yo sentí que tenía algo en la garganta, era un tubo endotraqueal, de esos que yo he colocado cientos de veces en mi vida como urgenciólogo, pero era diferente, era cuadrado y era de madera, una madera que me conectaba con la cama que era como una margarita que daba vueltas y alrededor mío había astronautas, uno era amarillo y yo creía que era el comandante de la nave, otro era blanco o blanca, no se, y yo pensaba que era el capitán. Otro hablaba pero no le entendía debía ser de otro planeta.
    Lo sabía, sabía que era verdad, aunque cuando lo contaba nadie me creía, ahora gracias a tu historia se que todos estuvimos con astronautas.

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